Yo no sé de otras cosas -Elisa Levi-

¿A usted nunca le ha pasado que la vida se le enreda?

El miedo, las expectativas. Los no puedo, el hartazgo, el tedio, los cuidados ¿Quién cuida de nosotras?

Y ese dolor en la tripa que te revuelve, pero continúas, ¿Qué vas a hacer?

Y te paralizas, mientras el resto avanza y crece. Tú, en stand by constante, a vueltas con los tropiezos, las frustraciones. El bucle.

Y esto no va a ningún lado, y los ‘¿qué estoy haciendo?’, ‘¿qué está pasando?’, ‘¿para qué?’, ‘me quiero ir’. El trabajo, las prisas. Quiero tiempo, no lo hay. Corre que ya vas tarde a todo. Relaciones fallidas, amistades no tan amigas, familia. Y las tripas de nuevo.

Responsabilidad: afectiva, emocional, ¿un mito?

Honestidad ¿dónde estás?

«A ti lo que te pasa es que lloras poco».

Y la decepción (por millonésima vez), la rabia, la impotencia.

¡Ay mira!, un poquito de ilusión, ahí está. Respira, respira, respira. Vuelta a empezar.

A mi la vida se me ha enredado mucho. Y cansa y abruma; y qué fácil es todo en las películas, donde las penas duran media horita…

Y yo quiero irme lejos y ver y hacerme bella por haber visto, quiero aprender a que me quieran, dejarme querer y ser querida, querer. Como Catalina, que decía en su canción, vengo del corral porque quiero amor y quiero amar, pues yo igual, señor. Y la pena me la cargo a la espalda…

Pero pesa. Decisiones. Y qué miedo da el bosque, cambiar, irte, dejar todo atrás. Alejarte de lo malo, pasar página y volver a empezar. Confiar otra vez.

Para. Respira. Escúcha(te) ¿Qué sientes? Yo no sé de otras cosas, pero de estas, vaya que sí.

Y continuamos, «Mi Lea pequeña, paciencia, no te conformes», pero qué difícil es a veces no hacerlo.